Hoy miro hacia adelante y me es imposible no ver hacia atrás. Caminar hacia el fin del camino no es mas que volver hacia el comienzo de todo. Ese punto en que todo nace y donde, entre desnudez y embriaguez, la esperanza y la claridad guían el andar.
A cada ser que compartió un pedazo de su alma, a los que me dieron todo lo que son y lo que no son. A todos aquellos que forjaron el amor y esculpieron este pecho y esta frente, a todos les doy las gracias. Gracias a mi amor, que me sostiene y me sustenta, a mis amores que me prepararon para ello, a mis amigos por su calor y cariño. Gracias por que sin todos Uds. hoy no sería. Cuando miro los ojos de mis hijos, cuando juego entre esas pequeñas manos no hago más que jugar con esas cientos de manos de los que me han acompañado, ayer y hoy.
En muchas piedras he tropezado, en muchos hoyos he caído, tantas cosas reescribiría desde la perspectiva de los años. Sin embargo hay algo que no movería ni un ápice, y son las personas que me han acompañado, en cuerpo y otras en alma, a mi gente, a quienes les abrí mi corazón, mi casa, mi abrigo. Desde una noche estrellada en una montaña querida y amiga en tiempos de sueños juveniles hasta la figura ocre que esta noche me acompaña.
Es cierto, no reniego de nadie, ni al más artero de los personajes lo borraría de mi vida, pero si reniego de mí. De no haber hecho lo que debería, de no haberme jugado por un amor lejano que ha sido y será el más puro de todos. Me arrepiento de no gritar lo suficientemente fuerte para cambiar algo el mundo que me rodea. Me arrepiento de no seguir intentando volver los corazones de piedra en partes humanas de seres humanos.
En estos tiempos en que es tonto hablar del espíritu humano y del amor. En estos tiempos en que la calidez de sábanas suaves marcan mis noches y el sereno ya no moja mi piel. En estos tiempos en que he reemplazado mis suelas desgastadas por 4 suelas de caucho. En estos tiempos haciagos de soledad y pobreza, yo sigo aquí, viviendo este instante que me tocó. Sigo aquí soñando un futuro. Sigo aquí creyendo en nosotros. Sigo aquí luchando por no dormirme en esta selva enmarañada. Yo sigo aquí...negándome a pedir permiso para ser feliz
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